tag:blogger.com,1999:blog-46860184761062699232024-02-20T18:28:59.125-08:00Cuentos sencillosUnknownnoreply@blogger.comBlogger10125tag:blogger.com,1999:blog-4686018476106269923.post-74325215374140898562008-12-24T04:28:00.001-08:002008-12-24T04:28:30.530-08:00Amores que matan<div align="justify"><br />Hay amores que es mejor dejarlos pasar, perderse, disolverse en el agua, diluirse en la espuma del mar.<br />Hay amores que es mejor matarlos, desangrarlos, abrirlos y sacarles el corazón palpitante con la fuerza de nuestras manos y un grito de rabia.<br />Hay amores que es mejor olvidar, cerrar el libro que contiene su historia, tirarlo por una ventana tan alta que cuando toque suelo no quede nada, ni el polvo de las páginas.<br />Hay amores indestructibles, inasibles y vampíricos, tan aferrados a nuestra piel que habría que arrancarla para que desapareciera su olor.<br />Hay amores que no son nada y que nos engañan con su falsa cara, con su gesto de apoyo, con su mirada cálida.<br />Hay amores que todo lo prometen, y apenas hemos vuelto la cabeza han olvidado sus palabras.<br />Hay amores pasionales sin esperanza, esperanzas de amores sin pasión, pasiones enamoradas de la esperanza.<br />Hay amores gato, amores girafa, amores elefante, amores dragón, y hay amores perro.<br />Hay amores que, finalmente, matan. </div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4686018476106269923.post-35579643767909839772008-12-23T13:20:00.001-08:002008-12-23T13:21:33.199-08:00Mañana será un día más normal<div align="justify"><br />Las noches de lluvia es fácil confundir el yo con el tú. Mientras oímos el repiqueteo del agua contra la escalera de acero que desciende a la terraza, a solas, somos blanca, suave piel y oscuros, profundos ojos sin sueño. Para perdernos, para olvidar quiénes somos, para desorientarme en ti, laberinto de un pasado que desconozco, susurras los cuentos. Oigo tus palabras navegar en la lluvia y tu voz es más metálica que el sonido de las gotas.<br />Esos relatos nunca fueron escritos, están en la memoria, los ofreces como un ancla, esos días, esas noches en que es fácil ahogarse, crear el animal furioso que nace de algunos encuentros, algunas veces, cuando aún se ignora si podrá seguir viviendo.<br />Pienso: Esto es lo que haces hacemos para reajustar la realidad.<br />Pienso: Mañana será un día más normal.<br />Hoy esto es cuanto tenemos. </div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4686018476106269923.post-84275837633273108952008-12-17T11:14:00.001-08:002008-12-17T11:24:24.812-08:00Azul<div align="justify">Desciendo con mi peso terrenal. Bolas de mercurio delatan mi posición. Aquí soy una extraña, una extranjera; sólo el metal me permite la entrada. Me muevo con un pesadez de astronauta; soy inadecuada, todo me rechaza. Veo el hermoso rojo que muere conforme labramos nuestra decadencia. Veo el amarillo y los verdes, veo el naranja y el violeta; grutas, chimeneas para ascender en espiral, donde jugar a la ingravidez. Avanzo lentamente, espío a mi alrededor; formas extravagantes, ojitos cual cabezas de alfiler, colores que nunca imaginé. Todo parece ajeno a mi visita, indiferente. Oigo mi propia respiración en un mundo de perfecto silencio. La sensación de exclusión no es tan fuerte como la belleza.<br />Cuando alzo la vista observo la luz cenital como una llamada de la madre.<br />Vuelve, dice.</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4686018476106269923.post-57222891776144806122008-12-14T17:05:00.001-08:002008-12-17T11:13:25.049-08:00Eso que ves no está<div align="justify">Aquí no nos ve nadie. Somos como pajaritos olvidados que cayeron del nido una noche de viento. Por la mañana nos barrieron con las hojas muertas, las hojas ocres y secas, con el polvo. Había cosas más importantes, como la hermosa materia y la falta de belleza, por encima del encuentro de dos imperfecciones. Había también la distancia y la voz, que ya apenas podíamos oír. Había el miedo a no ser aceptados; tú por mí y yo por ti, y nosotros por nosotros mismos. Y ocurrió, la pérdida del lenguaje, la palabra dejada a un lado por una cháchara sin sentido. </div><div align="justify">Cuánto de lo que puede pasar tiene que haber pasado para que nos sintamos así de vencidos. Cuánta lluvia debe caer para calar un cuerpo. </div><div align="justify"><br />Toqué tu silueta para hacerte real.<br />Pero ya te habías ido.</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4686018476106269923.post-64279529158855549012008-12-11T09:45:00.000-08:002008-12-17T11:25:03.591-08:00Sueño que escribo<div align="justify">Escribo. Sueño que escribo. Estoy en una sala grande, las tablas rojizas del suelo brillan a la luz del sol que se filtra por los cristales sucios de la ventana.<br />Estoy escribiendo, y estoy soñando que estoy escribiendo, sentada en el suelo de esa estancia amplia y sin muebles. Partículas de polvo en suspensión viajan por la luz. Puede ser temprano por la mañana y será verano.<br />Estoy soñando.<br />No estoy, estoy allí, sujetando con una mano un cuaderno tamaño holandesa de tapas duras color esmeralda.<br />Escribo, escribo que escribo, y sueño que estoy escribiendo; me veo desde el otro lado de la habitación, las paredes tienen hornacinas como en la casa de Tánger donde nací, sólo que éstas se hallan vacías. No hay ningún elemento decorativo, ningún cuadro, ningún objeto, ni alfombras. Sólo estoy yo sentada en el suelo de madera reluciente escribiendo. No me miro, no alzo la cabeza en ningún momento para verme mirándome, para ver a la otra que está de pie observando cómo escribo. El yo que sueña que escribo, que sueña que miro cómo escribo.<br />Y mientras estoy allí, de forma inesperada, el agua va invadiendo el lugar donde me encuentro. Primero una película finísima, y luego va creciendo, va inundándolo todo sin que mi yo escribidor se dé cuenta.<br />Veo el agua, un mar celeste, cubrirme despacio hasta que desaparezco por completo.</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4686018476106269923.post-88251523504458557432008-12-02T02:44:00.000-08:002008-12-17T11:20:36.938-08:00El hombre de ninguna parte<div align="justify">Camina como si sólo se apoyara en la punta de los pies, como si temiera hacer ruido o molestar a alguien, o tal vez sea el sigilo de quien espía. Los movimientos son tan cautos y cuidadosos que se diría que tampoco desea ser visto. El tono de voz es bajo, traicionado por una ese demasiado sorda; todo lo cual, observado en un conjunto, confirma la suposición de que secretamente, puede que sin saberlo, desearía ser invisible.<br />La mirada transmite una sensación de haber visto demasiado y posee cierto cansancio que, sin embargo, no ha conducido al hastío de vivir. Como su discurso es a menudo el de un rebelde, de una persona confrontativa y polémica, uno espera ver cierta rabia en sus ojos y por ello resulta sorprendente encontrar esa bondad, esa aparente conformidad con las cosas, una mirada casi anciana, también entregada y hasta un poco ingenua.<br />Este hombre tiene el cuerpo de un muchacho aunque ya ha pasado la cincuentena. Es un desconocido en la ciudad y un solitario en los bosques. Le gusta pensar que no pertenece a ninguna parte, que no viene de ningún lugar, que no va a quedarse mucho tiempo, pero es más una idea romántica sobre sí mismo que una realidad, aunque si de alguien se puede decir que salió de la nada es de él.<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4686018476106269923.post-1508373458076212142008-11-26T12:32:00.000-08:002008-12-04T09:07:29.823-08:00Si fuera sincero<div align="justify">Si fuera sincero confesaría que nunca estuve loco, que no tengo ninguno de los problemas que me han adjudicado, como coronas, como distintivos, como coartadas perfectas, ninguna de las peculiaridades que han hecho felices a los otros. Porque explicaban mi caso para su consuelo.<br />Sencillamente no tengo pies para caminar por aquí, es otra tierra la que necesito. Es otro mundo el que imagino.<br />Si fuera sincero diría que no son los símbolos, aunque me pase el día hablando de ellos, lo que busco, sino la simple y pura y hermosa materia.<br />Un futuro donde tenga un sitio. Una casa grande desde la que se contemple, muy cerca, el océano, una posibilidad de volver a existir, parecer joven siempre...<br />Si fuera sincero escribiría con mi propia sangre y no con la de otros. Diría la verdad, que veo sirenas cuando me asomo al agua, que veo ángeles cuando estoy en algunas antiguas iglesias aún no profanadas por el lucro, diría que ambiciono aquello que no poseo.<br />Diría que he matado y he destruido, tanto al culpable como al inocente; y todos vosotros, que creéis conocerme, huiríais de mi lado.</div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4686018476106269923.post-23946395939493113222008-11-26T11:24:00.000-08:002008-12-04T09:08:26.935-08:00Las cosas claras<div align="justify">Querida Monderia:<br />Hace tiempo que rapeleo y rapeleo pensando que debería haberte fustrigado los conclivas del firulino, pero ya sabes cómo pasa el tiempo, uno nunca fastea lo suficiente y luego formean las truchenas y pasan muchos fostios.<br />Como sabrás, hace dos gongios que me gasteé de Anabilia; nosotros no teníamos juara suficiente como para mantear el asunto, y ella estaba siempre deprochada y arrienalada, así que hablamos y al final se ha conhusado la casa y los chipiteos, que es lo que suele pasar, pese a mi desplaste. Ahora vivo en Torquina, me he rastenado bastante y pienso que es el momento de conclear contigo.<br />No estoy mal, gangio en una emprasanta muy chrilona, además el parneado es correcto y tengo muchas minortas libres. Me gustaría fermear contigo. ¿Crees que podríamos rantar algo? Me haría mucha dalinia vermejar y tranear como antes, así que si tu fastas o por casualidad sinfuras por aquí, ya sabes.<br />¿Qué pasó con las juanilas? ¿Supiste algo de aquellas troñonas que dagoramos o por el contrario se furmió en el minola anterinamo? ¿Y tu señarinoma, cómo está? ¿Volviste a la trajinema o al final canginaste como pensabas?<br />Yo siempre he querido davenearte, Monderia, siempre he rapeleado que tú eras mi furilona, que podíamos juarear y husear y que todo volvería a solear de nuevo. Me acuerdo de tu framaravi biulanca, tus hofilones verduáceos, tu magnífica pellanidura y tu manera de quemiunar los proniutosos. Sé que he tarmeado demasiado en promiustelo, pero aún creo que fangamos a tiempo. Si tú eres el formón de mi dolino guntio, si eres el morlano de mi senyorato, no permitas que pasen más fostinos y chungueemos uno de estos días.<br />Yo, en famalidad, quisiera las cosas claras.<br />Osculinos,<br />Danver.</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4686018476106269923.post-48839262925177041282008-11-22T11:11:00.000-08:002008-11-22T11:22:38.054-08:00Los de abajo<div align="justify">La honestidad no es lo que nos caracteriza pero aun así podría decirse que, a nuestro modo, nos queremos bastante. De vez en cuando aparecen los médicos, con sus intentos de clasificación, sus pastillas, que rechazamos, sus terapias y ayudas dudosas; no les hacemos mucho caso. Nos los quitamos de encima con tanta diplomacia y sutilidad que apenas se dan cuenta. No todo el que lo desea puede pertenecer a nuestra colonia. </div><div align="justify">A JQ, por ejemplo, le echamos enseguida; su ortodoxia santurrona, su sabiduría pedante de sobremesa, sus poemitas falsos y sus intentos de ser alguien, cuando ninguno de nosotros es nadie en absoluto, nos provocó a invitarle a salir; no queremos curitas disfrazados de maestrillos.</div><div align="justify">Hubo también una muerte. M se hizo cargo de la desaparición de pequeño Solo. Fue un acto aplaudido por todos, de alguna manera insustancial resultaba demasiado pequeño y miedoso para seguir viviendo y los psiquiatras merodeaban por aquí al acecho como buitres desnutridos. Ah, venga, a ver qué podían hacer ellos por el pequeño Solo. Nada excepto dirigirle a los cielos como bien hizo M. </div><div align="justify">Las cosas suelen funcionar de esta manera. Cuando sabemos que alguien no está capacitado para la vida y nos gusta lo bastante, lo relajamos. Naturalmente sin dolor, sin que le dé tiempo a sospechar nada. Es nuestro regalo. Las condiciones son muy duras, comprendemos que para algunas personas esto resulte imposible. </div><div align="justify">Hace poco apareció K y le dejamos quedarse. Se instaló en una de las casas más deterioradas por el tiempo y el agua y fue reconstruyéndola con sus manos poco a poco, robaba materiales del pueblo cercano y eso nos hizo gracia. K vino de ninguna parte, lo cual también tiene su atractivo, no tiene familia ni profesión; es ideal. Nos gusta porque defiende el lugar como si fuera un perro guardián. Hace mucho ruido cuando alguien entra a merodear en la colonia, se enfrenta y le suelta una retahíla de frases poco comprensibles para los extraños, pero que a nosotros nos resultan muy claras, y la gente curiosa se larga asustada, sobre todo cuando K da un puñetazo en la mesa o pega una patada a la pared; nos sentimos seguros. </div><div align="justify">Yo vine aquí hace diez años. Sólo dije que mi patria había quedado a la deriva y no tenía a donde ir. Escupí en el suelo dos veces y me aceptaron enseguida. </div><div align="justify">El resto está compuesto por los individuos más variopintos. Por la noche vamos a buscar comida a los huertos de la comarca, cazamos algún conejo en los bosques, una vez un jabalí mediano, hay muchos pozos para sacar agua, hay cerrojos que saltan, bodegas llenas de botellas de vino, muchas posibilidades. Con el mundo en crisis, castigado por su afán de poseer cosas, nosotros nos sentimos cómodos y realizados. Sólo queremos sobrevivir, relacionarnos, pintar los árboles de otra manera, y las paredes de las viejas casas, recitar poemas irracionales, darnos calor y compañía. </div><div align="justify">Os aceptaremos, si venís, pero acordaos de eliminar el miedo de vuestra psique. Y todas las tonterías que os hayan enseñado, la religión ortodoxa, cierta idea de la política, las mentiras piadosas. De otro modo os echaremos, o inventaremos un modo de relajaros amistosamente.</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4686018476106269923.post-72600827711316029952008-11-21T12:49:00.000-08:002008-11-22T10:59:53.612-08:00Tras la batalla<div align="justify">Recorro los campos espesos, destellos de luces entre las hojas grandes de los árboles, y las sombras que amenazan, y los gritos de algunos pájaros, como saludos de seres invisibles que nos dan la bienvenida, a mí y a mis hombres, de vuelta a casa, tantos años después de partir, el adiós, el abandono, la incertidumbre del regreso, las miradas de las mujeres y de los niños, y de los viejos que se quedaron, sin saber si habría un mañana para ninguno de nosotros. Yo sé que vuelvo, que soy este hombre, este cuerpo resistente, esta consistencia, esta fuerza cansada, y soy la rabia que he sentido, y el asco, y los deseos, el hambre, yo sé que soy éste y que estoy volviendo a casa. Huelo a mi paso la frescura de la tierra mullida bajo los cascos de mi caballo, mi sudor, su sudor, el hastío, la esperanza, las preguntas, mi vida sigue, sigo existiendo, oigo el relincho de nuestras bestias, el roce de las pieles, los metales chocando, las conversaciones de los otros, pero muchos vamos ya en silencio, soy este que vuelve...<br /><br />Despierto al alba. Vivo en un apartamento en el centro. El siglo veinte ha traído el desmoronamiento de todas nuestras ilusiones, la pérdida de la esperanza. No existe ese bosque, y yo no soy ese guerrero, ni siquiera soy fuerte. Y no tengo hijos, ni vínculos, ni nadie a quien regresar tras mi batalla diaria con la ciudad.</div>Unknownnoreply@blogger.com0